Suck it and See: la inflexión entre el pasado y presente de los Arctic Monkeys





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El punto culminante, ese momento cuando se siente alcanzar el cielo, se acaricia la perfección y se obtiene un lugar a la mesa con los inmortales. Después de ello no queda otro sendero más que aquel que se precipita en la dirección opuesta, la caída puede ser dura, pero no mortal. Inevitablemente músicos y artistas se topan con una pared ineludible, el paso después de una obra cumbre suele ser el más doloroso.

Los Arctic Monkeys, se encontraron con ese mismo idilio tras terminar Humbug, después de tres álbumes de estudio inapelables con los cuales se habían catapultado a lo más alto del mundo, llegaban las dudas, ¿que seguiría después?, ¿cómo superar sus propios fantasmas?


La respuesta fue Suck it and See, el disco menos mediático de la banda, de donde no se desprendieron clásicos instantáneos y quizá el más inexplorado por los fanáticos de la agrupación. Pero, que servía como puente para conectar un futuro crítico, mucho se habla de lo que vino después, el insospechado éxito de AM y la controversia de Tranquility Base, Hotel + Casino. Sin embargo, todo inicio allí, en las estrofas de She’s Thunderstorms.
Definitivamente, es el disco más personal de Alex Turner, donde, a corazón abierto narra sus propios miedos y heridas cuando el amor se acaba. That’s Were You Wrong, Love is a Laserquest, Piledriver Waltz y Suck it and See, son narrativas que retratan eso, una melancolía que es palpable en cada verso, en cada nota, en cada estrofa.

Aquí el sonido se concibe de una manera más artesanal, sin tanta post producción y efectos, es el trabajo más crudo de los cuatro de Sheffield, un vistazo a las entrañas del monstruo que estaban construyendo. El estruendo de la guitarra que recuerda instantáneamente a The Kinks, una batería y bajo que utilizan un compresor especial, que en seguida rememora el stoner rock más suave de Queens of The Stone Age.
El punto de partida para el éxito masivo de Do I Wanna Know? o R U Mine, un par de años después, hasta los primeros destellos de la mutación en la forma de componer por parte de Turner quedan expuestas aquí, en Don’t Sit Down Cause I Move Your Chair, Library Pictures o All My Own Stunts.




Resulta irónico, que, el disco menos vanagloriado por los seguidores, pero si por la crítica, haya sido el opus para que conquistaran al mundo una vez más. Por lo cual, es necesario entender, escuchar y por sobre todo disfrutar de Suck it and See, para comprender a la banda de rock más grande que el planeta tiene hoy por hoy.

Decir, si es equiparable su segunda ola de éxito en comparación a la primera, resulta incierto. Si bien es verdad, no han podido igualar sus primeros tres discos, es interesante el cambio en su propio paradigma. Y sin duda, resaltar el valor transgresor para dejar todo atrás para reinventarse, es algo de lo que pocos proyectos salen ilesos.




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